Gestionar los residuos de biomasa de manera efectiva es crucial para la agricultura sostenible. Una solución innovadora es convertir los residuos de biomasa en biocarbón. Este proceso no solo reduce los residuos, sino que también mejora la salud del suelo. Comenzamos recolectando residuos de cultivos y otros materiales orgánicos, que luego son carbonizados mediante pirólisis. El biocarbón resultante puede mezclarse con el suelo para mejorar su estructura, retener la humedad y aumentar la disponibilidad de nutrientes. Además, el biocarbón ayuda a secuestrar carbono, combatiendo el cambio climático. Al transformar los residuos en un recurso valioso, contribuimos a un ecosistema más saludable mientras promovemos prácticas agrícolas eficientes.